Quiero comenzar a desarrollar un tema que en reiterados procesos de acompañamiento se repite una y otras vez y de múltiples maneras «SOLTAR»
En los últimos tiempos el concepto de SOLTAR se trasformó en centro de atención de diferentes disciplinas , terapéuticas, coach etc. Y sin duda se debe a la frecuencia con que se presentan dificultades para llevarlo a la práctica naturalmente.
No pretendo que esta publicación aborde conceptos teóricos ni mucho menos, sino que nos permita pensar y pensarnos con la mira en el «¿por qué?» pero sobre todo en el «¿para qué?» promuevo el retener a otra persona, alguien que falleció, un trabajo, hijos, incluso objetos etc.
Les propongo un ejercicio, visualizarse frentes a «eso» que procuramos retener en nuestras vidas, tómense el tiempo necesario para conectar con ustedes mismos, observen que información obtengo de la otra parte cuando esta frente a mi y poco a poco comiencen a identificar como se sienten, que es lo que obtenemos realmente de ese «vínculo».
Es más, podemos intentar poco a poco darle una forma a esa unión (cadena, raíz, cuerda, haz de luz, etc), comenzar a comprender que se trasfiere realmente entre una y otra parte.
En toda relación inevitablemente existen por lo menos 2 partes, la única manera de sostenerla es si obtengo algo que supuestamente considero que no puedo autogenerar, así que descubrir que alimenta esta unión es la llave para comenzar el proceso de SOLTAR.
Ahora bien, ¿dónde radica la importancia del soltar? Cuando sostenemos una co-dependencia con alguien u algo inevitablemente perdemos libertad; así que por un lado ejerce presión el «para qué» y por otro el instinto de libertad conduciéndonos directamente a una incongruencia, por momentos haciéndonos sentir que nuestra vida no es viable si no existe esa otra parte.
¿Cuáles han sido los «para qué» mayormente abordados en procesos de acompañamiento?:
- Duelos sin resolver totalmente.
- Vivencias vinculadas a la violencia, donde se siembra la idea de dependencia.
- Situaciones sin aclarar donde el enojo no ha sido canalizado
- Culpa, en sus múltiples dimensiones
- Programantes tales como «el salvador» / «bastón» etc.
- Creencias limitantes vinculadas al dejar de pertenecer
- Mandatos familiares / sociales
¿Es posible soltar?
Claro que si!!. Considero que el primer paso es hacer consciente el por qué y para qué mantengo ese vínculo, que factores ambientales han influido, como se conecta con el Proyecto y Sentido de vida y que información transgeneracional finalmente ensambla la conducta, de alguna manera que estoy repitiendo, reparando, que lealtad estoy sosteniendo etc. Una vez avanzado este proceso de toma de conciencia, donde puedo verme a mi mismo como individuo y como integrante de un clan puedo comenzar a tomar acciones concretas para «SOLTAR», sabiendo que deberé obtener en mi el/los recursos que alguna vez intente que me diera la otra parte.
Es maravilloso vivir junto al consultante el proceso desde la GenoPsicoSomática y luego la PNL donde el empoderamiento pero sobre todo la congruencia comienza a generar esa intangible pero tan necesaria
SENSACIÓN DE LIBERTAD!!!!
Gracias por leerme!!
